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1840 - 1880
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Después de la ruptura de la sociedad colonial y de la época de la federación, con sus luchas y sus crisis, Centroamérica se enfrentó a la formación de estados nacionales. En el caso de Costa Rica, Guatemala y El Salvador, el proceso de formación del estado estuvo íntimamente ligado al desarrollo de economías de exportación centradas en un producto principal: el café. Introducido en Costa Rica en 1840, en Guatemala en 1860 y en El Salvador, en 1880. La aparición del cultivo del café estabilizó la economía agraria y obligó a la clase dominante a desarrollar una institucionalidad estatal. De este modo, el desarrollo de las nacionalidades estuvo estrechamente asociado a la integración y funcionamiento del sistema mundial de mercado, donde el modo de producción capitalista era ya el dominante.
El ingreso del café a El Salvador no fue por casualidad. Existen varios motivos por la cual se dio, entre los que se destacan:
1-La industria añilera, que era el principal producto agrícola de exportación, mostraba signos de agotamiento, debido a la guerra civil interna en los Estados Unidos; esta guerra hizo que los Estados Unidos bajara el valor y el volumen de las exportaciones añileras de El Salvador.
2-Los comerciantes europeos aumentaron sus compras de añil proveniente de Asia.
3-El aparecimiento de los productos químicos. Su aparición sustituyó al añil. Esto hizo que la demanda de añil se redujera drásticamente como producto de exportación.
4-El cultivo del café ya se venía dando desde varias décadas anteriores, por lo que al dejar de cultivar el añil, aumentó un avance del cultivo del café.
Poco a poco el café fue reemplazando al cultivo del añil, lo que implicó cambios drásticos en las clases oligárquicas de la época.
1845
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El añil, que había sido el principal producto de exportación en el siglo XVIII, tuvo aún auge en el XIX, como la cochinilla en Guatemala; pero sufrió el mismo golpe de gracia con los colorantes sintéticos y con la competencia del añil de las Indias Orientales. Sin embargo, la crisis del añil fue más lenta; todavía a principios del siglo XX, el añil se seguía cultivando en algunas zonas, hasta que se extinguió del todo. Mientras el añil se daba en tierras cálidas y bajas, especialmente de Chalatenango y San Miguel, las zonas cafetaleras se concentraron en las laderas de los volcanes y en las partes más altas de las mesetas entre ellos.
1870
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Debido al cultivo, producción y exportación del café, el país experimento ciertos avances en varias áreas. Entre éstas destacan:
1- Infraestructura: Hospital Rosales, Teatro Nacional, Teatro de Santa Ana, obras de saneamiento (acueductos y alcantarillados), sistema eléctrico, se asfaltaron las calles principales de San Salvador, construcción del " Puente de Oro" sobre el río Lempa, se termina de construir el ferrocarril que une a San Salvador con las ciudades de Santa Ana, Sonsonete, Ahuachapán y Acajutla.
2- A la sociedad salvadoreña se le ofrece: Acceso a la educación, campañas de vacunación, uso de automóviles, camiones y autobuses, se mejoró el sistema de transporte, se reemplazó las carreteras por tranvías de tracción animal y tracción eléctrica.
3- Inversión extranjera: Inversión de sus capitales en la producción, financiamiento y exportación del café (como fuente de acrecentar sus fortunas).
4- Instituciones de apoyo al café: Banco Hipotecario, la Compañía Salvadoreña del Café, el Departamento Nacional del Café, la Asociación Cafetalera de El Salvador, la Federación de Cajas de Crédito y el Banco Central de Reserva.
5- Medidas económicas: Establecer el tipo de cambio de ó 2.50 por $ 1.00, se emite la ley monetaria, se firman acuerdos comerciales como el Convenio Interamericano del Café.
1870 - 1886
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Se dice que en la década de 1870, el café tuvo un gran impulso en su cultivo. Esto generó una reestructuración agraria, transformando la forma de la tenencia de la tierra. Más de cuarenta pueblos regularon el uso de los ejidos entre 1878 y 1880.
Para que la producción de café se obtenga, pasa por un período largo de crecimiento, por eso se tenía la necesidad de una seguridad en la posesión de la tierra para hacer la inversión. Como en su momento la mayor parte de la tierra era comunal, era necesario crear decretos para suprimir la forma de tenencia y posesión de la tierra salvadoreña.
En 1881, el Presidente Dr. Rafael Zaldívar (1876-1885) publicó varias leyes destinadas a despojar a los indígenas de las tierras comunales y ejidales. Según su investigación que realizó, en 1879, sobre el desarrollo de la agricultura, arrojó como resultado la necesidad de reformar ya que era " un sistema arcaico e ineficaz en el uso de la tierra" .
Razones por las cuales el 26 de febrero de 1881 se crearon decretos de expropiaron tierras comunales y ejidos, con el fin de estimular la expansión del cultivo del café a través de la propiedad de la tierra. Estos decretos facilitaron la obtención de tierras a los cafetaleros.
Sin embargo no todos los gobernantes estuvieron de acuerdo con la abolición de estas tierras ejidales y comunales. La Iglesia Católica no quedó exenta de estas reformas. Los bienes eclesiásticos que se poseían fueron reestructurados, aunque fueron pocos dichos bienes.
El Estado creó leyes para garantizar la mano de obra en las fincas, creando para ello la Ley de Jornalero y Jueces Agrícolas (con esta Ley se evitaba que los campesinos emigraran a las ciudades o fuesen a trabajar en las plantaciones bananeras en Honduras. Servía para reclutar, controlar y garantizar que la mano de obra no escapara de la región). Estas leyes establecían la obligatoriedad del trabajo y la posibilidad de que los caficultores obtuviesen la mano de obra disponible en las distintas etapas del desarrollo del cultivo del café: siembra, poda, limpia, recolección y pepena.
Los terratenientes trataron de extender sus propiedades lo más posible aprovechando que cualquiera podía reclamar libremente la tierra común como propiedad. Estas pasaron a ser legales desde la creación del Registro de Propiedad Raíz e Hipotecas, en 1884.
Las comunidades indígenas que lucharon por sus ejidos fueron obligadas a defenderse en los tribunales, a tal grado que vendían sus tierras para poder costear los gastos del litigio, aprovechándose los grupos de clase media y extranjeros para la compra de tierras.
Los campesinos pobres o sin tierra ganaban un salario por tareas de trabajo en fincas y haciendas ajenas. Algunos de ellos recibían, en la hacienda, la comida y un pequeño salario que era pagado en fichas, las cuales sólo eran cambiables en la tienda de la finca, que para colmo de males, era la tienda del dueño de la finca.
Los dueños de las fincas necesitaban emplear a un gran número de trabajadores para la producción y recolección del grano de oro. Santa Ana, Sonsonete y Ahuachapán es una de las zonas primeras de la producción del café. Para esa época y todavía a mediados del siglo XX, muchas personas viajaban desde el interior del país, otros departamentos y países visitaban Santa Ana con el fin de ir a la recolección del grano de café.
Posteriormente se establece el cultivo del café en los Departamentos de la Libertad y San Vicente, así como también en la cordillera del Volcán Chaparrastique. Más adelante, se incentiva el cultivo en Usulután, Santiago de María, Tecapán y Jucuapa. En San Vicente, todos sus pueblos tenían viveros de café, excepto Santa Clara.
Los cambios en la forma de la tenencia de la tierra, favoreció a un pequeño grupo que tenía el control del Estado, entre ellos se mencionan a los Presidentes de la República productores de café: Dueñas, Regalado, Escalón, Figueroa, Orellana, Menéndez, Alfaro, Palomo, etc.
Por estos motivos, se entiende la sucesión de Constituciones Políticas tan rápido, como la de 1871, 1872, 1880, 1883 y 1886. Todo era para legitimar la nueva forma de tenencia de la tierra y la estructuración de la nueva sociedad.
Así nace la nueva Oligarquía Cafetalera de El Salvador. Este grupo oligárquico había conseguido establecer su dominio total, amparado en la Constitución Política de 1886, que duró más de cincuenta años.
1898
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A partir de 1898, con la llegada al poder del general Tomás Regalado y hasta 1931, sucedieron una serie de gobiernos relativamente estables, producto de que la presidencia quedó en manos de los grandes terratenientes cafetaleros. La élite económica gobernó el país pasándose la presidencia en forma directa. A este período histórico se le conoce como la “República Cafetalera”.
1911 - 1931
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El Dr. Manuel Enrique Araujo, presidente entre 1911 y 1913, creó la Guardia Nacional y tomó una serie de medidas para aumentar la presencia del Estado en el interior del país. La actual bandera del país fue adoptada en 1912 durante la presidencia de Araujo, quién fue asesinado en febrero de 1913. Después del atentado de Araujo, la poderosa familia de los Meléndez-Quiñonez gobernó el país hasta 1927.
Miembros de la élite económica conocida como las 14 Familias (número que es evidentemente simbólico, por los catorce departamentos) u Oligarquía Criolla, por ser descendientes directos de españoles nacidos en el país. Además de estas familias estaban también los Dueñas, los Araujo, los Orellana, los Álvarez y los Meza-Ayau. Al final del período, asignaron a Pío Romero Bosque a la presidencia, pero éste organizó elecciones que fueron ganadas por el Partido Laborista del Arturo Araujo. El Partido Laborista recibió el apoyo de estudiantes, obreros y del Partido Comunista Salvadoreño (PCS), que había sido fundado en 1930 por un grupo de militantes entre los que se encontraba Agustín Farabundo Martí. El Dr. Araujo instauró un régimen de apertura política y permitió la inscripción del PCS como partido político legal.
Las acciones mas importantes de Araujo fueron:
Apoyo a la organización, permitiendo la creacion de asociaciones de artesanos.
Obligo a los patronos a pagar a los trabajadores cuando estos tenian accidentes en el trabajo.
Quito la condena de prision para los que tenian deudas.
Era contrario a pedir prestamos a paises extranjeros.
Condeno la invasion de los Estados Unidos en Nicaragua en 1912.
Creo la Guardia Nacional.
1931 - 1944
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Luego del golpe que derrocó a Araujo, el Directorio Cívico Militar puso en el poder al General Maximiliano Hernández Martínez, quien se había desempeñado como vicepresidente y ministro de guerra de Arturo Araujo. Hernández, que en El Salvador fue más conocido por su apellido materno Martínez, no hizo sino aumentar la represión política contra los opositores al régimen, apoyado por su partido político Pro Patria.
En 1932, poco después de comenzar la construcción de la carretera Panamericana, ocurrió un levantamiento de campesinos e indígenas debido a que en las elecciones municipales, el gobierno desconoció la victoria de los candidatos comunistas y fueron reprimidos con gran violencia ocasionado la muerte de 15 mil ó 30 mil campesinos e indígenas que fueron asesinados o murieron en las refriegas. La cifra varía según la procedencia de las fuentes. Luego de "la matanza", Agustín Farabundo Martí, el líder del levantamiento, que eran un intelectual de clase media alta, fue encarcelado y luego ejecutado. La matanza sería recordada y ha sido causa de la gran división que existió entre militares y civiles en El Salvador.
En 1932, fue legalizado el gobierno de Martínez y en las siguientes elecciones de 1935 fue elegido por un término de 4 años. En 1939 nuevamente ganó las elecciones para un período de seis años.
El advenimiento de la Segunda Guerra Mundial, significó un aumento en las exportaciones a los Estados Unidos y el mejoramiento de la economía salvadoreña. Eso le permitió a Martínez relizar algunas reformas sociales y una ligera redistribución de la tierra mediante un programa agrario. Martínez, se sentía muy atraído por los éxitos de los gobiernos fascistas europeos en especial por Hitler y Mussolini, pero estando bajo la presión de EEUU, cuando la guerra comenzó a cambiar de rumbo, tuvo que olvidarse de sus simpatías y aceptó alinearse al lado de los Aliados. Ese cambio en su política exterior, y la represión contra los comunistas y opositores a su gobierno, le permitió obtener mayor apoyo de Washington. En 1943, Martínez trató de aumentar las tasas tributarias a las exportaciones para obtener mayores ingresos para el estado y eso rompió la débil relación que mantenía con los grupos oligarcas, que se aprovechaban de su dictadura, tolerándole sus poses exentricas y la antipatía que sentían por su humilde orígen.
Cuando el dictador trató de extender su permanencia en el poder, más allá de 1944, un alzamiento militar primero, que fue develado, dio paso a que luego la oposición, levantara su voz de protesta. Políticos de oposición, oficiales fascistas del ejército, comerciantes y productores de café, se hicieron sentir y lanzaron una huelga general de protesta obligando a Martínez a renunciar.
1932
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A finales de enero de 1932, un suceso extraordinario en El Salvador dejó una profunda cicatriz en la mente de la nación. En esa fecha, unos cuantos miles de campesinos en rebeldía se levantaron y atacaron aproximadamente una docena de municipalidades en el occidente salvadoreño, asesinando entre 50 y 100 personas y dañando muchas propiedades. La rebelión tomó por sorpresa al gobierno salvadoreño, al cual solo le tomó algunos días para reagrupar al ejército y lanzar un contraataque. El ejército tenía mejor movilidad y estaba mejor equipado, por ello, cuando lanzaron la ofensiva y rodearon a los rebeldes, volvieron rápidamente a tomar control sobre la región.
La rebelión fue un evento significativo, la violencia rural y la movilización campesina han tenido un lugar importante en la historia de El Salvador, por lo que la rebelión en sí no fue un momento decisivo. Más bien fue lo que sucedió posteriormente. Después de que el gobierno aplastó la rebelión, se definió un precedente que configuró todo un discurso que haría infames a los hechos del 32. Bajo el liderazgo del Presidente (y General) Maximiliano Hernández Martínez, el gobierno salvadoreño se vengó de toda la zona occidental. Las unidades armadas y grupos paramilitares asesinaron a miles de campesinos, quienes tenían poca o ninguna relación en la rebelión. Fue un horrible y trágico episodio, uno de los peores casos de represión estatal en la historia moderna de América Latina. El asesinato en masa consolidó a los militares en el gobierno, lo cual resultó en 50 años de dictadura militar, el más largo capítulo de ininterrumpido control militar en la historia moderna de Latinoamérica. Los eventos de 1932 tuvieron profundas consecuencias de larga duración. Es por esta razón que el poeta y activista Roque Dalton describe a los salvadoreños como “nacidos medio muertos en 1932”, porque tuvieron que enfrentarse con el hecho de que la historia moderna de la nación se había criado en sangre.
Las causas de la rebelión de 1932 pueden ser divididas en explicaciones de corto y largo plazo. Las explicaciones de largo plazo pueden ser resumidas en dos palabras: indígenas y café. Las tierras altas del occidente de El Salvador fueron el centro de la economía cafetalera, y el café fue el más importante cultivo de la época. El café contabilizó el 90 % de las ganancias producto de la exportación antes de la Gran Depresión de 1929.
Los eventos de 1932 tuvieron un profundo y perdurable impacto en El Salvador. Sin lugar a dudas, establecieron un precedente en el uso del terror para reprimir a las masas que se movilizaban en el campo, algo que se repitió a menudo en las siguientes décadas. También consolidaron las diferencias de interpretación política de la izquierda y la derecha en El Salvador. Aunque el término “comunista” fue usado para referirse libremente a los rebeldes, es bastante claro que la mayoría de los involucrados entendieron que los eventos estaban profundamente arraigados en la historia de la tierra y las relaciones laborales en el Occidente de El Salvador. Los terratenientes creían ser los poseedores de la justicia, la riqueza y el poder y definían a los campesinos rebeldes como bárbaros ingratos por cuestionar el sistema. A menudo se describen las acciones de los rebeldes con un lenguaje exagerado, acusándolos de matar a miles de personas, en lugar de entre cincuenta o cien que mataron, y luego se pasa por alto, convenientemente, la campaña criminal por parte del ejército que los aseguraba en el poder local. En cuanto a la izquierda, el desastroso resultado de la rebelión hizo que sus miembros no se atrevieran a asumir la responsabilidad de la rebelión, o incluso lo definen como una buena idea. Aunque sin duda, focalizaron su atención en la masacre provocada por el gobierno, como una manera de exponer las profundas diferencias políticas y económicas de El Salvador. Los sucesos de 1932 fueron enmarcados dentro de los debates que degenerarían en la guerra civil de la década de 1980.
1950 - 1956
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Con la llegada de óscar Osorio a la presidencia en 1950 su administración inicio un proceso sin precedentes de remplazo del liberalismo económico por un modelo de intervención estatal. La constitución de 1950 otorgo al estado los poderes para intervenir en la economía con el fin de “asegurar la dignidad humana a todos los habitantes del país” también restringió la libertad económica “donde hubiera conflictos con los intereses sociales” incluso la propiedad privada, fue únicamente protegida “la función social” el estado asumió los poderes para regular los días laborales y salarios mínimos así como relaciones laborales. Después de imponer mayores impuestos a las ganancias de las exportaciones el gobierno estableció una variedad de programas diseñados de promover la industria y reducir costos. Los precios altos del café aumentaron los ingresos del estado para realizar proyectos. Sin embargo el mayor énfasis de inversión pública fue el desarrollo de la infraestructura, incluyendo puertos, proyectos hidroeléctricos y carreteras.
Asumió la Presidencia constitucional de El Salvador en 1950 y el gobierno de Osorio coincidió con un período de bonanza debido a que los precios del café y algodón se elevaron considerablemente. Su presidencia adoptó un plan de reformas sociales como la introducción del Seguro Social para los trabajadores urbanos (1949 y 1953) y la creación del Instituto de Vivienda Urbana (IVU) en 1950, los sindicatos de trabajadores fueron legalizados en 1951, así como medidas desarrollistas (impulso de una limitada industrialización), las empresas manufacturas fueron estimuladas en 1952. Con lo que percibió el Estado en concepto de impuestos a la exportación de café se iniciaron numerosas obras públicas, en especial la creación de Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma, CEPA, la construcción de la Presa Hidroeléctrica "5 de noviembre", la Carretera del Litoral, numerosas escuelas y complejos de viviendas multifamiliares.También se celebraba
con grandes pompas los aniversarios del golpe de estado del 14 de diciembre (llamado oficialmente la Revolución de 1948). Además cimentó el ICR, Instituto de Colonización Rural, precursor de lo que llegaría a ser el ISTA, Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria, el cual llegaría a presidir después de concluir su mandato presidencial.
También hubo un fuerte impulso a las artes, y se creó un plan de becas para artistas para que estudiaran en el exterior del país, el Ministro de Cultura en ese periodo presidencial.
En la época de Osorio inicia el cultivo del algodón en gran escala en las planicies de la costa, en especial en el Oriente del país.
Otro hecho importante son los tratados de integración económica centroamericana firmados en 1951. Se crea el Instituto Salvadoreño de Fomento de la Producción.
1955
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En la década de los años cincuenta, El Salvador vivió un auge económico; el precio internacional del café se cotizaba en 1955 en $70.90, que representaba un incremento del 217% con relación a los cotizados a 1946 y de 674% con relación a los de 1940.
Fortaleciéndose aún más la economía salvadoreña. A esta década se le llamó " Década de Oro" .
En la década de los años sesenta, la población de cafetales se elevó a un promedio de 2000 arbolitos de cafeto por manzana. Si a esto le agregamos el uso intensivo de fertilizantes, entonces se dice que aumentó la productividad, contribuyendo a que la rentabilidad se mantuviese a pesar del descenso en los precios del producto.
La estabilidad política social que el país gozó durante esa década y la rentabilidad que producía el café, fueron factores determinantes en la industrialización del país en ese período, manteniéndose la economía salvadoreña del principal producto de exportación agrícola.